Precauciones en el supermercado por COVID-19
¿Puedo contagiarme del coronavirus comiendo fruta y verdura?
Aunque todos los alimentos que llegan al supermercado son seguros, conviene desinfectar adecuadamente las frutas y las verduras antes de su consumo. Según la FDA (Food and Drug Administration) y la EFSA (European Food Safety Authority) todavía no hay evidencia sobre la transmisión del SARS-CoV-2 a través de los alimentos o envases de alimentos.
Sin embargo, no sobran ciertas precauciones si tenemos en cuenta que, según algunos estudios, el coronavirus podría permanecer en las superficies por tiempos variables con diferente carga viral según las condiciones de temperatura y de humedad.
¿Qué precauciones debo tener en el supermercado?
Cuando vamos a la compra, a las medidas fundamentales de prevención (distancia física, toser y estornudar al interior del codo, no tocarse la cara y lavado frecuente de manos) el uso de mascarilla es obligatorio y seguir las recomendaciones específicas del establecimiento.
Muchos supermercados facilitan la limpieza y desinfección del carro y de las manos con guantes y geles hidroalcohólicos en la entrada.
¿Debo usar los guantes de la frutería encima de los que llevo puestos?
Sí. Aunque llevemos guantes de vinilo o nitrilo, es preciso usar encima los guantes de polietileno (los flojitos transparentes). ¡IMPORTANTE! Si nos hemos puesto unos guantes “transparentes” en la entrada del supermercado TAMBIÉN debemos usar unos guantes nuevos a la hora de elegir las frutas y la verduras, ya que los “primeros guantes” pueden haberse contaminado al ir tocando cosas por el supermercado, o a nosotros mismos. Recordemos que vamos a tocar fruta y verdura que otras personas pueden comer directamente.
¿Qué hago con la compra cuando llego a casa?
Una opción puede ser dejar cuarentenada la compra en un rincón hasta el día siguiente (excepto, lógicamente, alimentos que necesiten refrigeración). Este sencillo protocolo ayudará a disminuir la posible carga viral que haya en la superficie de los envases o de los alimentos. En otras palabras, a medida que pasa el tiempo los posibles coronavirus activos en la superficie de los alimentos se van “inactivando”. Si se limpian los envases de los alimentos debe hacerse con papel de celulosa desechable con una solución hidroalcohólica, con agua y jabón o con cloro diluido.
¿La congelación y el calor destruyen el coronavirus?
A día de hoy no hay evidencia de que el frío de los congeladores domésticos sea capaz de acabar con el virus. Por el contrario, sí sabemos que a unos 56ºC se desnaturalizan las proteínas del virus. Siguiendo las normas habituales, para eliminar la posible carga microbiológica de los alimentos conviene calentarlos por encima de 65-70ºC durante el tiempo suficiente.
¿Puedo desinfectar el pan?
El pan no se puede desinfectar. Una buena medida es congelarlo en rebanadas y calentarlo directamente en el tostador. Con esta medida conseguimos doble premio: inactivamos los posibles virus por el calor del tostador y evitamos salir de casa a diario.
A la hora de ir a comprar debemos tener en cuenta este apunte de la farmacéutica y experta en seguridad alimentaria, Gemma del Caño: El pan es un alimento ready to eat. Las medidas higiénicas de quien lo suministra deben ser exquisitas: no se toca la cara, con una mano toma el pan y con otra el dinero, no tiene producto expuesto, lleva mascarilla… En la industria ponemos un excesivo cuidado con estos productos que no van a llevar cocinado después. El calor sí es una medida eficaz.
Si no se va a calentar pero sí se puede lavar (frutas y verduras), agua, desinfectante y agua otra vez.
¿Cómo desinfecto las frutas y las verduras?
Las recomendaciones de la AECOSAN para desinfectar frutas y verduras que vayamos a tomar crudas son las de siempre. Tras lavarse escrupulosamente las manos con agua y jabón (durante 20 segundos al menos), hay que seguir estos pasos:
- Lava las frutas y verduras bajo el chorro del grifo aunque vayas a pelarlas. Así evitas que la contaminación pase de la piel al interior del alimento a través del cuchillo. El cuchillo al presionar hacia el interior puede arrastrar posibles microorganismos.
- Usa cepillos específicos para las superficies de las frutas de cáscara dura (melón, sandía…) o algunas verduras (pepino, calabacín…).
- Si vas a comer frutas crudas con piel, verduras crudas (lechuga, espinacas…) o verdura cruda con piel (pepino) sumérgelas durante cinco minutos en un litro de agua potable con una cucharita de café de lejía etiquetada como “apta para desinfección de agua de bebida”.
- Acláralas muy bien con abundante agua corriente.
- Seca las frutas y verduras con papel de cocina.
¿Cuáles son los 7 alimentos imprescindibles en la lista de compras durante el confinamiento?
Los alimentos que nunca deben faltar en la despensa y en el congelador, especialmente ahora que debemos limitar las salidas a la calle, son:
- Verduras ultracongeladas: son un buen fondo de armario y mantienen significativamente sus propiedades.
- Verduras en atmósfera modificada: al retirar el oxígeno e introducir nitrógeno y dióxido de carbono dificultamos el crecimiento de algunas bacterias patógenas y prolongamos la vida de las verduras.
- Legumbres en crudo o en conserva: son una fuente saludable y barata de proteína. Si las compras en conserva, además son un recurso rápido.
- Arroz y pasta integral: pocas cosas más socorridas y duraderas que la pasta o el arroz. Eso sí, da prioridad a los de grano entero.
- Huevos: los huevos tienen la proteína de mayor calidad, son versátiles, fáciles de preparar y muy asequibles.
- Conservas de pescado: te sacarán de un apuro siempre. Busca en la etiqueta que sean al natural o en aceite de oliva virgen y bajas en sal.
- Pescado ultracongelado: mantiene sus propiedades de manera similar al pescado fresco y es una forma más económica y segura de consumir pescado.
¿Cómo puedo prolongar la vida útil de las frutas?
El almacenamiento y la conservación depende del tipo de fruta. En general puedes guardarlas en la nevera en los cajones específicos. Hay frutas climatéricas, como el aguacate, la pera o el plátano, que siguen madurando una vez recolectadas. Pueden comprarse “verdes” para poder disponer de ellas más tiempo.
Las no climatéricas, como los cítricos o las fresas, maduran en la propia planta. Algunas frutas como las manzanas, los melones, los mangos o los tomates, emiten gas etileno al que son sensible otras frutas como la piña o verduras como las judías verdes o la berenjena. Por eso conviene separarlas.
¿Debo tomar suplementos de vitamina D ahora que no me da mucho el sol?
Hasta la fecha no hay ninguna recomendación oficial para suplementarnos con vitamina D con el fin de paliar las posibles carencias por la falta de exposición solar. Se considera que cerca del 90 % de la vitamina D en seres humanos proviene de la síntesis cutánea a partir de la acción de la radiación UVB, es decir, el porcentaje de vitamina D procedente de la alimentación es bajo.
Tomar el sol en un balcón o simplemente en una ventana abierta, durante no más de 15 minutos al día, con la cara, cuello, manos y brazos destapados, puede ser suficiente para alcanzar los niveles de vitamina D. La capacidad de síntesis de vitamina D dependerá de factores como el fototipo de la piel del individuo, su edad, la hora del día a la que se tome el sol o la estación del año.
Si queremos reforzar la vitamina D con la alimentación debemos tener en cuenta que se encuentra sobre todo en el pescado azul, en la yema del huevo, en los lácteos o en algunos tipos de setas, además de en ciertos alimentos fortificados.
Precauciones en el supermercado por COVID-19
Información del autor
- Aberasturi Andrés, Arochena Lourdes, Garcia Marian, 2020, 123 Preguntas sobre coronavirus, Boticaria García y Arantxa Castaño, España. Disponible en: file:///C:/Users/loren/OneDrive/Pictures/Enfermeria/123%20preguntas%20 corona.pdf
Redacción en el blog
- Plazas, Lorena. Enfermera. Elaboración de artículo para el blog Enfermeria Buenos Aires.
Última actualización: [ 21/07/2020 ]