Dolor en la agonía
El dolor durante la agonía, que es el periodo cercano a la muerte, es una preocupación importante en el cuidado de pacientes terminales. La gestión del dolor en este contexto es esencial para mejorar la calidad de vida y proporcionar un cuidado compasivo.
Es importante tener en cuenta que el manejo del dolor en la agonía es parte integral de los cuidados paliativos y requiere una atención compasiva y multidisciplinaria. Los equipos médicos, enfermeros, trabajadores sociales y especialistas en cuidados paliativos colaboran para asegurar que el paciente tenga un final de vida lo más cómodo y libre de dolor posible. La atención individualizada y la empatía son fundamentales en este contexto delicado.
El dolor en la agonía puede tener un impacto emocional significativo. El apoyo psicológico, tanto para el paciente como para la familia, es clave para abordar aspectos emocionales y proporcionar consuelo.
Dolor
La prevalencia de dolor es entre 30 y 75 % en los últimos días de vida. La evaluación del dolor podría verse complicada por el delirium.
Muchos pacientes temen al dolor descontrolado durante los días finales de vida pero la experiencia indica que la mayoría de pacientes obtienen alivio del dolor y que raras veces se indica dosis altas de opiáceos.
De hecho, la intensidad promedio de dolor por lo general disminuye al acercarse el paciente a sus últimos días.
Opiáceos
Algunos pacientes, familiares y profesionales sanitarios expresan la preocupación de que el uso de opiáceos puede acelerar la muerte. Varios estudios refutan estos miedos de que los opiáceos aceleren la muerte.
En varias encuestas sobre el uso de dosis altas de opiáceos en programas de cuidados paliativos, no se encontró relación alguna entre las dosis de opiáceos y la supervivencia.
Los principios del manejo del dolor siguen siendo similares al de los pacientes que comienzan la trayectoria de la enfermedad, donde los opiáceos son la opción estándar.
Debido a que en este período el estado de consciencia puede disminuir y la deglución se vuelve difícil, los médicos deben considerar con anticipación rutas alternas a la administración oral.
Se utilizan analgésicos, como opioides, para controlar el dolor. Estos medicamentos se administran de manera cuidadosa y ajustada según la respuesta del paciente.
Vías de administración de fármacos
En un estudio, a medida que los pacientes se acercaron a la muerte, aumentó el uso intermitente de inyecciones subcutáneas e infusiones subcutáneas o intravenosas.
Tanto las vías intravenosas como subcutáneas son eficaces para la administración de opiáceos y otros fármacos en el entorno hospitalario o en el hogar.
Para aquellos pacientes que no tienen una vía de acceso o catéter, la administración intermitente o subcutánea continua constituye una vía eficaz e indolora de administración.
Dolor en la agonía
Información del autor
- https://www.ncbi.nlm.nih.gov/entrez/query.fcgi?cmd=Retrieve&db=PubMed&list_uids=21300920&dopt=Abstract
- Instituto Nacional del Cáncer “Etapa final de la vida (PDQ®)–Versión para profesionales de salud fue publicado originalmente por el Instituto Nacional del Cáncer”.
Última actualización: [13/08/2024]